Externalizar un proyecto tiene muchas ventajas. Si tienes un negocio, puedes centrarte en lo que mejor sabes hacer, liberar tiempo para ocuparte de otras responsabilidades e, inclusive, dar a los miembros de tu equipo nuevas oportunidades para prosperar en una iniciativa propia.
Además, es un hecho que son muchos los profesionales que hoy en día prefieren trabajar con distintos clientes, sin realmente formar parte de la plantilla laboral de un empleador. Es lo que se conoce como outsourcing, subcontratación o tercerización de servicios.
Como todo, aunque puede reportar muchos beneficios para quien externaliza un servicio, por supuesto, también conlleva riesgos. ¿Qué pasa si se contrata un profesional freelance y no funciona? ¿Y si no cumple los plazos? Hay varias formas de externalizar un proyecto sin poner en peligro tu negocio.
Subcontratar o tercerizar un proyecto implica poner en práctica nuevas habilidades; así como también desarrollar la visión para anticipar los riesgos que las pequeñas empresas deben tener en cuenta al considerar cualquier nueva asociación.
¿Por qué externalizar un proyecto?
Cuando se externaliza un proyecto correctamente, es una forma estupenda de llevar a cabo más proyectos, captar más clientes y generar mayor rentabilidad.
Puedes subcontratar a un empleado a distancia para que se encargue de un proyecto para el que no tienes tiempo o los conocimientos requeridos. O puedes contratar a un profesional especializado, que pueda completar un trabajo en una fracción del tiempo que le tomaría a tu equipo.
Además, una subcontratación también puede liberar a tu equipo de ciertas tareas rutinarias, para que tus empleados puedan centrarse en trabajos más importantes que requieran sus habilidades específicas.
¿Cuál es la desventaja de subcontratar?
Los riesgos de la subcontratación no son un secreto. Estás poniendo tu negocio, tu prestigio, tu marca, en manos de otra persona, que puede no tener los mismos intereses u objetivos en mente.
Incluso si el autónomo o el proveedor de servicios está altamente cualificado y es de confianza, habrá áreas en las que no tenga experiencia, porque hay situaciones que serán exclusivas de tu negocio, que solo las conocen quienes hacen vida diaria en tu empresa.
¿Qué pasa si la persona pasa por alto un detalle crítico en un proyecto? ¿Y si no cumple un plazo de entrega clave? Dado que le pagas a un tercero, persona o empresa, para que haga el trabajo, también existe el riesgo de que cobre de más o de que te entregue un trabajo de baja calidad. Por lo tanto, hay que blindar la subcontrata de la empresa outsourcing.
¿Cómo protegerse al tercerizar?
Antes de lanzarte a subcontratar un proyecto, hay algunos pasos importantes que puede dar para protegerse a sí mismo y a su empresa.
En primer lugar, asegúrese de que el proyecto que va a subcontratar es realmente necesario. Evalúa si puedes asumirlo dentro de tu empresa. Si es algo que necesitas, pero tu equipo no es capaz de llegar a él, es mejor que lo subcontrates antes de dejarlo inactivo.
Luego, asegúrate de establecer unas expectativas claras para el proyecto. No es conveniente microgestionar a la persona a la que se subcontrata, pero sí hay que tener claro lo que se espera que haga el autónomo o el contratista. Además, asegúrate de tener claro cuánto tiempo durará el proyecto y cuál es el presupuesto para ello.
Cómo encontrar al subcontratista adecuado
A la hora de externalizar un proyecto se puede contratar a un profesional autónomo o recurrir a una agencia. Con los autónomos o freelancers, se tiene más control sobre el presupuesto y la gestión del proyecto. Sin embargo, también se corre el riesgo de contratar a alguien sin experiencia y de que el proyecto no se haga tan bien como debería.
Una agencia o una empresa, por otro lado, ofrecen una selección más amplia de trabajadores que deben estar capacitados y contar con la experiencia que ofrecen. También es un hecho que pueden cobrar más que una persona y es posible que no tengas tanto control sobre la gestión de tu proyecto.
Cuando busques a un trabajador autónomo o una agencia para externalizar un proyecto es fundamental:
- Busca buenas referencia del subcontratista. Tanto personales como de clientes precios. Las redes sociales pueden ser un buen mecanismo para conocer la reputación del subcontratista.
- Tómate tu tiempo para definir lo que quieres delegar al subcontratista. Sé específico y explícalo detalladamente antes de cerrar la contratación.
- Lo mejor es firmar un contrato en el que especifiquen todos los detalles: trabajos a realizar, plazos de entrega y canales de comunicación que se deben mantener para el seguimiento de las tareas asignadas.
Finalmente
Externalizar un proyecto puede ser un beneficio para tanto para la empresa como para los clientes. Una subcontratación es una forma estupenda de hacer más cosas, atender a más clientes, asumir más proyectos, sin estresar innecesariamente a tu equipo. Cuida los detalles y toma las precauciones necesarias para que el proceso se desarrolle sin problemas y culmine con los mejores resultados.
¿Tienes dudas u otra recomendación a la hora de externalizar un proyecto?