La consultoría organizacional es un proceso de asesoramiento al que se someta una empresa que necesita mejorar su funcionamiento.
El propósito de este tipo de servicio es el de acompañar a la empresa que necesita mejorar su organización, procesos y normativas para dar repuesta eficiente y oportuna a las necesidades de un entorno que es cada vez más cambiante.
Vladimir Estrada, profesor y consultor gerencial, define a la consultoría organizacional como:
“Un proceso estratégico, sistémico y dinámico de intervenciones, acompañamientos y construcciones creativas, participativas y transformadoras, destinadas esencialmente a garantizar que el ente objeto de ella pueda cambiar a la velocidad y con la intensidad, amplitud y profundidad que el cambio de época le exige”.
¿Cómo es el proceso de consultoría organizacional?
Todo comienza con un diagnóstico a la organización. Este es un estudio que evalúa la situación actual de la empresa, sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas. El diagnóstico se puede limitar a un equipo o proyecto, o hacerlo a la empresa en su totalidad; es el primer paso para generar los cambios que se necesitan en el funcionamiento de la empresa.
El propósito de este diagnóstico es precisar cuáles son las brechas entre el desempeño actual y el deseado, de manera de luego proponer una estrategia para alcanzar esos objetivos que se quieren alcanzar. El diagnóstico también puede determinar cómo es el clima laboral o cuál situación presenta la cultura organizacional de la empresa.
La empresa que contrata un servicio de consultoría organizacional debe definir con la consultora cuáles son los objetivos perseguidos, de manera tal que después de análisis de la situación se puedan establecer cuáles son las metodologías a aplicar y cuáles son las actividades que se deben organizar para que la propuesta de trabajo tome forme y se lleve a cabo.
¿Cuándo se necesita una consultoría organizacional?
Una empresa puede contratar una consultoría organizacional por distintas razones, entre ellas se incluyen las siguientes necesidades:
1. Encontrar el problema.
La empresa está inmersa en su operación diaria y no logra determinar cuál es el problema que no les permite alcanzar lo esperado. Contrata a una empresa consultora que le ayude precisar cuál es el problema y establecer el plan de acción para mejorar la administración, la operación y el control.
2. Resolver un problema específico.
Se detecta un problema específico, pero la empresa no tiene ni el personal ni el tiempo para hacerlo por su cuenta. Entonces, busca a los especialistas que le trazarán el camino para resolver la situación.
3. Mejorar o precisar un diagnóstico.
La empresa ve los síntomas de un problema, pero no se logra precisar cuáles son las causas. El consultor externo puede ayudar a precisar y mejorar el diagnóstico del problema y las áreas involucradas, que afectan el funcionamiento de la empresa.
4. Implementar o mejorar sistemas y procesos.
La empresa ha decidido implementar sistemas o procesos nuevos o mejorar los existentes. Entonces, contrata una consultoría que le ayude a hacer la implementación de nuevas técnicas o metodologías, en el menor tiempo posible.
5. Adaptarse a un entorno que cambió.
El entorno en el que la empresa operaba exitosamente cambió. Entonces, necesita una reingeniería que le permita adaptase a nuevas circunstancias. Su personal tiene que mantener las operaciones y contrata a una consultora especializada a hacer los cambios correspondientes.
6. Ajustar estructuras organizacionales.
La empresa necesita rediseñar la organización laboral. Contrata a una consultora que le ayuda a definir cada cargo de la organización, sus tareas, las competencias de quien ocupe el cargo, los procesos y métodos de trabajo, así como su rol dentro de la jerarquía de la empresa.
¿Por qué contratar una consultoría organizacional?
La consultoría es un servicio independiente de la empresa. Esto es lo que le permite garantizar la imparcialidad ante la situación que debe analizar y cuestionar. Igualmente, un consultor profesional es responsable de la calidad y de la integridad de los consejos y prácticas que propone.
Al contratar estos servicios, el área o todos los actores de la empresa involucrados en el análisis de la consultoría se encuentran con una nueva visión, nuevos conocimientos y aportes que van a enriquecer y mejorar su desempeño diario.
Este servicio no ofrece soluciones mágicas ni milagrosas. Contratar una consultoría profesional no desaparece los problemas. Traza la hoja de ruta que hay que seguir para resolver problemas concretos y recomienda soluciones novedosas, posibles y específicas que son factibles de ser realizadas.
Una consultoría organizacional es la base para gestionar cambios dentro de la empresa. Esas transformaciones tienen que mejorar el rendimiento de la empresa, así como garantizar que los equipos humanos estén más satisfechos con su trabajo y su esfuerzo.
Vivimos tiempos de cambios y hoy más que nunca antes las empresas necesitan adaptarse, ser resilientes y mejorar. Es lo que marca la diferencia entre triunfar o desaparecer del mercado.
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