La Encuesta de Seguridad Alimentaria y Alimentación (ESAA), realizada por el Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural en los años 2020 y 2022 en las provincias de Guayas (excepto Guayaquil) y Los Ríos, Ecuador, revela un empeoramiento de la inseguridad alimentaria en hogares urbanos y rurales durante la pandemia de COVID-19. La ESAA se llevó a cabo en el marco del proyecto “Siembra Desarrollo: Pequeña agricultura y alimentación resilentes al COVID-19”, financiado por el International Development Research Center (IDRC) de Canadá.
Resultados de las dos rondas de la ESAA
Impacto de la Pandemia y Shocks Económicos: La crisis económica provocada por la pandemia del COVID-19 generó pérdidas económicas significativas en Ecuador. Esta crisis, aunada con otros shocks como el aumento en los precios de insumos y alimentos, la crisis política y la inseguridad ciudadana afectaron fuertemente a los hogares.
Aumento de Inseguridad Alimentaria: Para la segunda ronda, la inseguridad alimentaria moderada a severa aumentó en ambas provincias y en todas las áreas (urbana y rural), siendo más pronunciado el incremento en Los Ríos. La inseguridad alimentaria se duplicó en algunos casos, reflejando la mayor vulnerabilidad de los hogares rurales y de menor riqueza.
Brecha de Género y Hogares Liderados por Mujeres: Los hogares encabezados por mujeres mostraron una mayor propensión a la inseguridad alimentaria en ambos territorios y en ambas rondas. A pesar de un leve descenso en la brecha entre hombres y mujeres cabezas de hogar en Los Ríos en la segunda ronda, los hogares con jefatura femenina siguen siendo más vulnerables.
Impacto en Quintiles de Riqueza: La inseguridad alimentaria severa empeoró en todos los quintiles de riqueza, pero fue más notorio en los quintiles de menor riqueza, especialmente en el quintil 1.
Factores de Preocupación: Los precios de los alimentos y la disminución de ingresos fueron las principales preocupaciones de los hogares en ambos periodos. La inseguridad alimentaria se relaciona más con el acceso económico que con la disponibilidad de alimentos.
Estrategias de Respuesta: Los hogares adoptaron diversas estrategias para enfrentar la crisis, como la reducción del consumo de alimentos frescos, el aumento en el consumo de alimentos envasados, el gasto de ahorros, la reducción en gastos de educación y salud, y la migración. Estas estrategias pueden impactar negativamente el capital humano y económico de los hogares.
Apoyo Externo: Muchos hogares recibieron ayuda de fuentes públicas, privadas y comunitarias para enfrentar la crisis. El apoyo público aumentó en la segunda ronda, pero el capital social (apoyo comunitario) se redujo, indicando posibles dificultades en la capacidad de la comunidad para apoyarse mutuamente.
En conjunto, los resultados de este estudio resaltan la necesidad de abordar los desafíos de seguridad alimentaria desde una perspectiva integral, considerando factores económicos, de género y de distribución de riqueza. Es crucial fortalecer las políticas y programas de apoyo a los hogares más vulnerables, promoviendo el acceso a alimentos nutritivos y sostenibles, así como fomentando la resiliencia económica y comunitaria en tiempos de crisis.
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