Los riesgos del cambio climático en las empresas no distinguen ni en el tamaño de la organización, ni en el sector al que se dedican. Y además van en aumento.
Con el mundo cada vez más preocupado por el tema, se están introduciendo nuevas normativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Como resultado, las empresas deben adaptar sus estrategias para gestionar las implicaciones financieras y de reputación que puede generar el cambio climático.
Estos impactos se ven a menudo como una amenaza. Sin embargo, las empresas también pueden ver esto como una oportunidad. Hay muchas empresas que están utilizando estos riesgos del cambio climático como una oportunidad para innovar, para desarrollar nuevos productos o servicios e impulsar el crecimiento hacia nuevos mercados.
¿Qué es el cambio climático?
El cambio climático es una alteración en el clima mundial causado por las interacciones entre la atmósfera global, los océanos y la biosfera. La ciencia demuestra que el mundo ha experimentado un aumento de las temperaturas medias globales durante el último siglo. Si esto no fuera suficiente, existe un riesgo significativo de que esto continúe.
Si no actuamos ahora, aumentarán los riesgos del cambio climático afecte a los ecosistemas y las economías del mundo. De hecho, ya está teniendo un impacto significativo.
Muchas regiones han visto aumentar la frecuencia y la gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos y cómo estos afectan a la producción y operación de las empresas. Las consecuencias van desde la disminución del valor de los activos, hasta problemas para producir o de distribución para que el producto llegue al consumidor final.
Todos los países tienen un papel que desempeñar para abordar el problema. Gobiernos e individuos puede ayudar a reducir los riesgos y los retos asociados al cambio climático, pero las empresas tienen mucho por hacer para aminorar perjuicios y potenciar oportunidades.
Cambio climático en las empresas: ¿Qué se puede hacer?
Define estrategias de mitigación y adaptación
Las estrategias de mitigación son esfuerzos para reducir la cantidad de gases de efecto invernadero que se emiten. Las estrategias de adaptación son esfuerzos para prepararse ante las alteraciones que provocará el cambio climático. Ambas deben estar dentro de la agenda de gestión de esta problemática, pues ayudarán a reducir el impacto del cambio climático en las empresas.
En cuanto a la mitigación, las empresas pueden tratar de reducir su uso de combustibles basados en el carbono, así como la cantidad de residuos que se producen. Para reducir su huella de carbono, pueden considerar la posibilidad de invertir en nuevas tecnologías o adaptar las plantas existentes.
Asimismo, las empresas también pueden utilizar los créditos de carbono como forma de compensar sus emisiones. Estos créditos son creados por instituciones que invierten en proyectos que reducen la cantidad de carbono en la atmósfera. Es todo un movimiento que se conoce como finanzas sostenibles.
Por ejemplo, una empresa maderera puede invertir en un proyecto de conservación de bosques en los trópicos que reduce la cantidad de carbono que los árboles del bosque liberan a la atmósfera. Esta empresa puede conseguir sus créditos para financiar este proyecto que contribuye con la reducción de emisiones de carbono.
Publicita acciones positivas
Los riesgos para la reputación asociados al cambio climático son quizás los más importantes. Una empresa que no contribuye con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, puede generar una publicidad negativa que afecte la confianza en la marca. Esto puede disminuir las ventas y, por ende, impactar el valor de sus acciones.
Por lo tanto, las empresas deben estar conscientes de la importancia que tiene ejecutar un plan que reduzca sus propias emisiones de carbono. En este punto, es clave entender la importancia de ejecutar un programa de economía circular, que le permite tener una gestión más sostenible de los recursos y materiales que se necesitan en la producción.
Fortalece la cadena de suministro
Las operaciones de una empresa pueden verse directamente afectadas por un fenómeno meteorológico extremo, lo que puede afectar los plazos de entrega de la cadena de suministros. Esto, a la larga, deja clientes insatisfechos y genera una publicidad negativa que daña a la empresa.
Por lo tanto, las empresas deben ser capaces de prepararse para enfrentar situaciones de este tipo. Un período de lluvias intenso o de sequía extrema pueden generar problemas que resulten en riesgos financieros.
Para mitigar el impacto en la cadena de suministro, las empresas pueden invertir en sistemas que les ayuden a hacer un mejor seguimiento de sus envíos, así como debe apoyar a sus proveedores que enfrentas problemas por el cambio climático. También pueden buscar formas de diversificar sus cadenas de suministro.
Invierte en innovación
El primer paso para mitigar los riesgos del cambio climático en las empresas es invertir en nuevas tecnologías para la reducción de gases de efecto invernadero. Hay distintas opciones en este sentido, sin embargo, conllevan importantes costos iniciales. Si una empresa no puede pagar estos costos, puede enfrentarse a un riesgo financiero.
Los riesgos financieros asociados al cambio climático son cruciales para las empresas que cotizan en bolsa. Estas empresas, de hecho, están obligadas a revelar los riesgos financieros asociados al cambio climático como parte de sus informes anuales.
Sin embargo, hay opciones de financiamiento para las empresas que quieren implantar tecnología para la adaptación de las plantas existentes a operaciones más sostenibles, o quieren desarrollar dichas soluciones por sí mismos. Esto último abre la posibilidad de crear tecnologías o sistemas que luego pueden ser vendidos a otras empresas.
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