Comúnmente se dice que la agricultura es un mal negocio. Es una afirmación que tiene cierta parte de verdad porque es un hecho que el negocio agrícola no siempre es bien llevado para que explote todo su potencial.
Las oportunidades del negocio agrícola fueron analizadas por el profesor Alex Godoy, MBA de la Universidad Complutense de Chile, quién estará a cargo de un módulo en el Programa de Dirección de Agronegocios que ESPAE y Zamorano llevarán adelante.
El docente destacó que suele haber mucho empirismo en el negocio agrícola. Pero cuando se analizan las estadísticas es posible darse cuenta en que la agricultura es un buen negocio. En este sentido, el webinar llevó por título “¿Por qué la agricultura es un buen negocio?” y puedes verlo aquí:
El negocio agrícola en un mundo globalizado
El profesor comenzó su webinar haciendo un análisis de la situación actual del sector agrícola. Esta es una industria muy sensible a los grandes cambios que vivimos en el presente. Tal y como se ha visto con la pandemia, los desafíos de sostenibilidad o la e guerra entre Rusia y Ucrania.
Específicamente, resaltó como Rusia es el mayor productor de fertilizantes del planeta. Sin embargo, ante la actual situación de guerra, en la que hay medidas económicas contra Rusia, la compra de fertilizantes puede verse afectada.
Un país como Ecuador, que por años negoció con Rusia y Asia, ahora deberá optar por otra opción. “Si no se puede comprar a Rusia, Brasil es una alternativa. Barato no va a ser, pero es una oportunidad frente a las sanciones contra Rusia”.
Asimismo, Rusia y Ucrania son los grandes productores de trigo, maíz y aceite de girasol. Tienen las condiciones naturales para ser potencia en estos rubros. Pero cuando viven una situación como la del presente, se ven afectados muchos otros países.
“Lo vimos unos meses cuando hubo una crisis de fórmulas lácteas en los Estados Unidos, porque no tenían acceso al aceite de girasol que produce Ucrania”, precisó el profesor Godoy.
Factores que afectan la rentabilidad
La guerra no es lo único que afecta al negocio agrícola. El profesor Godoy resaltó cómo la agricultura se cada vez más afectada por los efectos del cambio climático que vive el planeta. Aunque en los países latinoamericanos hay menos temperaturas extremas que en el Norte, lo cierto es que ya se ven los efectos de la situación planetaria.
“La agricultura va a dejar de ser un negocio de pobres pues se necesitará de la inversión de las grandes corporaciones. En América Latina tenemos una ubicación privilegiada en cuanto al clima, pero necesitamos inversión de capital”, señaló el profesor Godoy.
En este sentido, destacó que entre los factores que afectan la rentabilidad del negocio agrícola se encuentra el incremento de los costos de producción, en aspectos como fertilizantes, empaque y distribución.
“Por ejemplo, antes de la pandemia, enviar un contenedor de bananos desde Centroamérica hasta el norte de Europa, desde la finca al puerto, costaba 3.400 dólares por trasporte marítimo. Actualmente, cuesta 1.300 o 1.400 dólares más. Este es un costo de distribución que por lo general no es asumido por el consumidor, sino por el productor”, explicó.
Aumentos en los costos de fertilizantes, transporte o empaques son asumidos por el productor. El problema afecta la rentabilidad cuando no hay capacidad para incrementar la productividad o incluso se reduce la productividad existente.
El siguiente factor es la presión constante que tiene el negocio agrícola sobre los recursos de la tierra. Según explica el docente, el productor agrícola tiene grandes responsabilidades con la sostenibilidad, pues la supervivencia de las nuevas generaciones demanda una agricultura más consciente.
La clave para tener éxito en el negocio agrícola
La forma en que se puede paliar esa presión sobre el planeta radica en la capacidad de promover la innovación, entendida esta tanto en términos de adopción de tecnología o implementación científica, como en la visión del mercado que necesita el productor.
En este sentido, destaca que lo usual es que no se analice las necesidades del mercado, sino el productor se vaya a producir lo que ha producido desde siempre.
“Nos enfocamos en productos que son de bajo valor. Pero, por ejemplo un contenedor de blue berries cuesta entre 150 a 200 mil dólares. Mientras tanto un contenedor de calabazas que puede costar 5 mil dólares. Entonces, para el productor de blue berries puede asumir los incrementos en el viaje marítimo o de los fertilizantes, sin que ello repercuta en el precio de venta al consumidor. Pero es imposible de asumir por el productor de calabaza”.
Es por ello que el profesor Godoy insiste en que es muy importante que el productor analice qué es lo que su tierra puede producir, para luego precisar qué es lo que puede sembrar que genera más valor.
“Esa desconexión entre el mercado y lo que producimos es lo que mata al productor. Sembramos lo de más bajo valor comercial, sembramos sin tener mercado ni logística. Sin embargo, la buena noticia es que siempre va a haber gente que alimentar. La población sigue creciendo lo que es una oportunidad para el negocio agrícola”.
Para quienes se dedican al sector agrícola, ESPAE junto con Zamorano, tiene el Programa de Dirección de Agronegocios. Es una oportunidad única para fortalecer conocimientos y habilidades para mejorar la rentabilidad de su negocio agrícola. ¿Quieres más información de este programa? Haz clic aquí.