Todo es emoción cuando se comienza en un trabajo nuevo. Hay unas ganas enormes de demostrar lo que sabes y lo que vales. Pero al transcurrir el tiempo, esa llama puede apagarse. Distintos factores influyen paran que empieces a coquetear con la idea de renunciar al trabajo.
Una nueva oferta laboral muy atractiva es sin duda otra buena razón para renunciar. También la inconformidad con el sueldo. Aunque estas son razones claras y contundentes, también hay otras, donde lo económico no está detrás de la decisión.
Es importante reconocer esas situaciones más personales que afectan tu relación con la organización en la que trabajas, antes de que el trabajo se convierta en una carga insoportable. Identificar esos factores son alertas para activar los pasos correctos para iniciar la búsqueda de una nueva oportunidad laboral.
Primera pregunta: ¿en qué momento te encuentras?
Tener 3 meses de haber empezado en un trabajo nuevo o tener 5 años en un mismo cargo, tiene diferencias importantes a la hora de sopesar la idea de una renuncia.
Todo comienzo en un nuevo trabajo lleva consigo un proceso de adaptación, dificultades nuevas que te pueden abrumar. Es normal que así ocurra. Si estás en ese punto, antes de tomar una decisión apresurada, evalúa qué puedes hacer para mejorar tus habilidades y que la adaptación sea ya una etapa superada.
Si ya tienes algunos años en un trabajo, y no te sientes satisfecho con lo que haces, con lo que puedes llegar a hacer, o con la relación trabajo-remuneración, entonces sí es conveniente qué analices la presencia de las siguientes circunstancias.
5 señales de que llegó el día de renunciar al trabajo
1. Se acabó la pasión
Distintas razones nos motivan a trabajar allí dónde estamos: el sueldo, la oportunidad, la ubicación, te gusta lo que haces.
Pero si llega el momento en que alguno o ninguno de estos aspectos te motiva a iniciar tu jornada con pasión y entusiasmo, es una señal contundente de que algo está pasando.
Cuando sientes que te repites, cuando los logros ya no son tan satisfactorios ni los fracasos tan aleccionadores, es indicativo de que la pasión se ha acabado.
2. Trabajar cambia tu humor
En todos los trabajos, en todas las posiciones, hay buenos y malos días. Días agotadores en los que a pesar del cansancio te sientes feliz por el resultado objetivo. Pero si por el contrario, trabajar te deja infeliz, enojado, desanimado, es un indicativo de que puede haber llegado el día de renunciar al trabajo.
Según un estudio de National Bureau of Economics Search, si eres de los que se siente feliz el fin de semana, 75% de esa sensación se debe a la buena calidad del entorno laboral. Si trabajas en un buen entorno laboral, eso impacta positivamente en tu bienestar.
Igualmente, ocurre a la inversa. La irritabilidad, el cansancio y el malhumor generan estrés, lo que no solo afecta tu bienestar emocional, sino que además impactará en tu salud física.
3. Malas relaciones con superiores o colegas
“La gente no renuncia al trabajo sino a los malos jefes”, reza una frase que se ha hecho popular en numerosos artículos en Internet.
Según la investigación reseñada, el nivel de felicidad en el trabajo es correlativo en forma directa a cómo es percibido el jefe: si es colaborador, la percepción del trabajo es positiva.
Un liderazgo que abusa de su poder, que no reconoce los logros del equipo, que no ofrece retroalimentación en los procesos llevados a cabo, no inspira a los colaboradores a continuar en la empresa.
Las relaciones con los colegas también influyen. Si consideras que la empresa, su cultura y tus compañeros de trabajo no se integran a tu personalidad y valores, es mejor buscar otra opción laboral que congenie mejor con tu forma de ser.
4. Se estancó el aprendizaje
No solo estamos en un lugar de trabajo por el sueldo. Contar con un ambiente laboral que invite al desarrollo de talentos y capacidades es estimulante y motiva al desarrollo de una carrera en esa empresa.
Si todo se ha vuelto repetitivo, si ya no hay nada nuevo por hacer, si no hay un programa de capacitación in company, son situaciones que debes evaluar.
Conversa con tu superior y explícale la situación. Evalúa si es posible que la empresa te asigne nuevas responsabilidades, o si te pueden apoyar para fortalecer tus conocimientos con una maestría. Podrías tener más personas a tu cargo o ocuparte de alguna iniciativa o proyecto que esté postergado
5. Mayor conexión con tus otras habilidades
Si realizas una actividad adicional que te entusiasma más que tu trabajo actual, y por la que además recibes un ingreso extra, quizás sea el momento de sincerarte. Ese puede ser el motivo porque no te sientes a gusto con tu trabajo.
Independientemente de lo que se trate, si esa profesión u oficio secundario te está llenando más a nivel emocional, debes evaluar si con una mayor dedicación también puede satisfacer tus necesidades económicas.
También debes considerar si es una etapa pasajera o realmente necesitas un cambio. Conversa con personas de tu confianza y encuentra la motivación que necesitas para que esa actividad secundaria se convierta en tu nueva pasión o, mejor aún, en un emprendimiento.
Antes de tomar la decisión
Por supuesto, antes de tomar la decisión de renunciar al trabajo tienes que evaluar cómo vas a cubrir tus gastos, si aún no tienes otra oferta ya confirmada. Este es un punto importante. Mucho más si hay otras personas que dependen de tus ingresos.
Analiza bien las circunstancias que te rodean para tomar esta decisión. Y si llegó el momento de impulsar un cambio que depende de esa renuncia, pues adelante. Redacta una carta amable de renuncia, valora el tiempo compartido y los aprendizajes adquiridos. Después solo queda recoger tus cosas y actualizar tu currículo para salir en búsqueda de nuevas oportunidades.
Antes de que el desgano te gane y taches un buen historial con un desempeño mediocre, es mejor tomar la decisión de renunciar al trabajo. ¿Estás viviendo alguna de estas señales? ¿Habrá otra señal importante que no hemos considerado para irse de un trabajo?
2 comentarios
3/5 sí voy a renunciar
Al parecer los errores se están comentiendo más a menudo y ya no puedo convivir con nadie en el trabajo , es el momento de dejarlo