Trabajar como profesional independiente se ha convertido en una forma de trabajo que gana cada vez más seguidores. Por lo general, el trabajo ofrecido son servicios, sobre la base de los conocimientos, la experiencia y la formación de quien hace el trabajo.
Esta es una tendencia que se viene fortalecido por distintas razones. Por un lado, existe la tecnología que nos permite trabajar de forma remota. Un profesional en Ecuador, puede trabajar para una empresa en Argentina. Si tienes la capacidad, los conocimientos y las herramientas tecnológicas para estar en contacto con tu empleador, no hay límites para optar por esta modalidad.
Tampoco hay límites en cuanto a la formación. Técnicos, licenciados o profesionales con posgrado se suman a diario a esta modalidad. Ni límites por sexo o edad.
A estos trabajadores se les conoce como freelancer, autónomo, contratista o consultor independiente. Aunque hay sutiles diferencias entre unos y otros, básicamente, son profesionales que prestan servicios por los que reciben unos honorarios que se han acordado con quien contrata los servicios.
Asimismo, muchas empresas, grandes o pequeñas, consolidadas o startups, prefieren contratar a este tipo de trabajadores porque es la mejor opción para contar con el talento que se requiere para determinada actividad, sin establecer una relación en la que se generen pasivos laborales.
Por lo tanto, la relación entre el profesional independiente y la empresa que contrata sus servicios es B2B, es decir, negocio-negocio, incluso siendo una persona natural. Asimismo, es una relación sin criterios de exclusividad, es decir, este profesional presta servicios a más de una empresa u organización.
¿Qué necesitas para trabajar como profesional independiente?
Perfila tus capacidades y habilidades
Construir una reputación en cualquier área toma tiempo. Mientras tu valor en el mercado se consolida, con más y mejores experiencias, fortalece tus conocimientos con cursos, diplomados o maestrías que avalen tu nivel profesional.
También puedes aprender por tu cuenta, es decir, ser un autodidacta. De hecho, hay muchas opciones de formación gratuitas en Internet que puedes aprovechar, sobre todo si no tienes mucho presupuesto.
Sin embargo, no pierdas de vista que para muchas empresas es muy valioso que cuentes con las certificaciones de instituciones de prestigio que avalen tus conocimientos. Y es en esos espacios donde seguramente conseguirán clientes a quienes podrás presentar presupuestos más altos.
Valora tu perfil y establece tus tarifas
Al trabajar como profesional independiente, deberás establecer tu valor en el mercado. Tu nivel de experiencia y formación abonarán a tu favor frente a otros candidatos con niveles más básicos.
Debes establecer tus tarifas ideales, pero también las tarifas mínimas con las cuales puedes negociar ante un potencial cliente con el que quieras trabajar.
Este punto, sin duda, es de los más difíciles, pero es muy necesario. Tienes que saber cuánto cobrar ante un posible cliente. También debes saber cuánto cobrar si se trata de un proyecto único, por un tiempo específico, o si se trata de una actividad regular.
Llegar a ese monto también implica hacer un análisis de cuánto cobra un profesional de tu tipo en promedio en el país de origen de tu empleador. Este análisis, junto con tu perfil profesional, te servirá para establecer esa tarifa ideal y la tarifa mínima con la que estás dispuesto a comprometer tu tiempo.
Aprende a vender tu perfil profesional
Esta es una actividad muy importante para quien quiera trabajar como profesional independiente. Debes dedicar tiempo a promocionar tu perfil. Es fundamental que utilices LinkedIn para construir esa reputación que avale tus credenciales. Esta red además te permite conectarte con empresas o empresarios a quienes puedas vender tus servicios.
Instagram también puede servir para estos fines autopromocionales. Vincúlate con cuentas en tu área de conocimiento con las cuales puedas, por ejemplo, organizar un Live o un webinar, en el que hables con propiedad de lo que sabes hacer. Son fórmulas para darte a conocer y que los clientes se animen a pedirte una cotización.
Trabaja siempre con criterio de máxima calidad
Independientemente de los que cobres, incluso sintiéndote mal pagado, evita prestar servicios de mala calidad. Da siempre lo mejor de ti, porque el buen trabajo que realices formará parte de tu portafolio para conseguir luego un mejor cliente.
Al hacer un buen trabajo para cualquier tipo de cliente, estás abonando a favor de tu buena reputación. Así es como irás fortaleciendo un perfil que luego te permita incrementar tus tarifas. Ve tu trabajo como profesional independiente como el de un emprendedor, que da siempre su mejor esfuerzo por conseguir los mejores resultados.
Trabajar de forma independiente no es solo una preferencia entre los más jóvenes. Cada vez más profesionales, de cualquier generación, se suma a esta modalidad. He allí, la importancia de estar en permanente formación para consolidar tu lugar en el mercado.
¿Quieres trabajar como profesional independiente y no sabes por dónde empezar? Comienza fortaleciendo tu perfil profesional con las maestrías o los cursos de ESPAE. Revisa la oferta completa aquí.